La constitución para niños. (Pincha)
El gran salto en una generación de mujeres.
En la legislatura constituyente las mujeres solo ocupaban un 6% del Congreso, en la última, la representación femenina roza el 42%.
Cómo ha evolucionado la sociedad española entre 1978 y hoy.
El cambio que ha experimentado la sociedad española ha influido especialmente al papel social y económico de las mujeres. En 1978 solo una de cada cuatro mujeres era considerada población activa, cuando actualmente lo son una de cada dos. El lado negativo aparece en los datos del paro: la tasa de desempleo de las mujeres de entre 20 y 24 años ha pasado del 16% a más del 34%, y para el colectivo de entre los 25 y 54 años, del 4% al 17,5%.
La transformación laboral ha tenido su réplica en la política. En la legislatura constituyente solo consiguieron un puesto en el Congreso 21 mujeres (un 6% de la Cámara). La última, la que mayor representación femenina ha ostentado, roza el 42%.
El ámbito familiar también ha sufrido una enorme transformación. Hace 40 años la edad media a la que una mujer tenía su primer hijo superaba por poco los 28 años. En la actualidad la edad de las primerizas se ha retrasa de media, hasta superar los 32 años. Este retraso conlleva que se haya reducido cuántos hijos se tienen: de 2,54 en 1978 se ha pasado a 1,34 en 2016.
La conducción de vehículos es otro de los ámbitos en los que el colectivo femenino ha experimentado un gran crecimiento: en 1978 solo uno de cada tres de los carnets de conducir expedidos por la Dirección General de Tráfico era para una mujer; para 2018 se ha igualado el porcentaje: la mitad de los permisos emitidos son de mujeres.
El peso social del matrimonio se ha reducido enormemente en estas cuatro décadas. En los setenta, ser madre sin estar casada era una situación excepcional, muchas veces censurada por el entorno: solo un 2,4% de los bebés nació de madre no casada; cuatro décadas más tarde ese porcentaje ha crecido enormemente: el 45,9% de los nacimientos ocurre fuera del matrimonio.
El matrimonio entre personas del mismo sexo era inimaginable en 1978; hasta finales de diciembre estuvo vigente la ley de peligrosidad social, que declaraba a los homosexuales “en estado peligroso” e instaba a aplicarles “medidas de seguridad y rehabilitación”. Hasta 2005, cuando la Constitución casi rozaba los 30 años, no hubo matrimonio igualitario. De julio a diciembre de aquel año se casaron 914 hombres entre sí y 355 mujeres entre sí. Esas cifras, en 2016 (año completo), crecieron hasta 2.188 y 2.132, respectivamente.
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