lunes, 1 de octubre de 2018
COEDUCAR COMO UNA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA
Coeducar dentro y fuera de las aulas aún supone un reto a superar para nuestro sistema educativo que no ha logrado implantar la Educación para la igualdad de forma sistemática e interiorizada . La comunidad educativa es un reflejo de la sociedad y ésta sigue perpetuando discursos y actitudes cargadas de sexismo que influyen de manera directa sobre el alumnado.
Dentro del centro educativo confluyen muchas realidades únicas e irrepetibles que deben convivir desde el respeto y la no violencia. En el día a día de nuestras escuelas se siguen produciendo situaciones conflictivas y discriminatorias, que en muchas ocasiones nos cuesta identificar y gestionar. Las discriminaciones se basan en la visión del mundo desde una mirad única y omnipotente que valora a personas, actitudes, formas de relacionarse, características físicas, identidades o creencias por encima de otras y que son consideradas inferiores porque rompen o cuestiona la norma establecida. Así se construyen las desigualdades, el sexismo se basa en una valoración asimétrica que dota de privilegios, derechos y oportunidades a una parte de la población, la masculina, que sustenta el poder y el prestigio social a costa de la infravaloración, el menosprecio o la invisibilidad de la femenina. Desde el centro educativo es necesario promover y favorecer la convivencia pacífica entre niñas y niños para prevenir las desigualdades de género y alcanzar una sociedad más justa y plural.
PARA LA EDUCACION DESDE LA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA ES NECESARIO...
* Pasar por un proceso de transformación personal que nos permita analizar las desigualdades de género con mirada crítica y desconstructiva.
* Interiorizar la igualdad como un valor que favorece el crecimiento y el desarrollo personal y colectivo.
* Propiciar espacios de conocimiento y entendimiento para favorecer el aprendizaje cooperativo a través de la empatía, el apoyo mutuo y la búsqueda de soluciones para el bien común.
*Evitar el uso de expresiones cotidianas que perpetúan el sexismo y la violencia de género.
* Promover el intercambio de saberes y experiencias de vida entre la comunidad educativa.
* Fomentar actitudes de respeto activo, tolerancia, cooperación y compromiso real ente todo tipo de discriminaciones.
* Estar alerta ante situaciones de menosprecio, acoso o violencia hacia las niñas para analizarlas y desmontarlas desde el diálogo y la solidaridad.
* Desechar la idea de que sólo existe una única forma de ser y estar en el mundo y evidenciar todo lo que une a las personas en detrimento de lo que las separa.
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